Cómo planear un viaje con niños,
en mi caso de 12 y 14 años: (Tenerife 7 noches)
Lo primero es tener claro a dónde
queremos ir. Me dediqué a buscar rincones de España donde no había estado y que
tuvieran muchos lugares para visitar. A nosotros nos hacía mucha ilusión viajar
en avión. Así que estuvimos mirando las islas y, en cuanto a precio y cosas
para ver, la mejor era Tenerife.
Una vez decidido el lugar que
queremos visitar tenemos que ver de cuánto tiempo disponemos. En nuestro caso
era de 7 noches.
Ahora viene la parte más difícil,
y es el encontrar la mejor oferta. Para ahorrar dinero decidí organizar yo
misma el viaje por internet. Primero buscaremos cuál es la mejor opción, si
vuelo por un lado y hotel por otro, o un paquete de vuelo más hotel. En nuestro
caso, la mejor opción que encontramos, era un paquete de vuelo más hotel que contratamos en la web Rumbo. Elegí esta opción porque a la hora de buscar vuelos por mi cuenta eran todos con
transbordo, y así el viaje se hacía muy largo, engorroso, e incluso más caro
porque había que buscar un hotel para hacer una noche en otra ciudad para poder
hacer el transbordo.
Un consejo, a la hora ya de
reservar el paquete, contratar un seguro de cancelación de viaje. En mi caso no
lo hice y me arrepentí muchísimo. Os cuento el porqué: en mis viajes siempre
los había contratado sin seguro porque… ¿qué podría pasar?, y además me
ahorraría un dinero. Pero, mira tú por dónde, en éste viaje, justo 6 días
antes, tuve una caída en casa y terminé con un esguince de los gordos, que se
agravaba por mi enfermedad (no puedo llevar muletas), y tengo que moverme en
silla de ruedas. El viaje ya estaba
pagado y todas las excursiones también las había contratado y pagado con
antelación. Así que allí me fui con mi silla de ruedas sin tener ni idea de lo
que me iba a encontrar, ni de las barreras, ni de los inconvenientes.
Así que ésta entrada os servirá
también para saber qué hacer en el caso de que os encontréis en la misma
situación que la mía.
Bueno, sigamos. Cuando elegí el
hotel busqué uno con una buena piscina. Sienta de maravilla un buen baño cuando
llegas toda acalorada de una excursión. También que estuviera cerca de la
playa. Las piscinas de los hoteles tienen un horario, y para mi gusto, cierran
demasiado pronto. Así que si se te hace tarde para darte un baño en la piscina,
siempre te puedes acercar a la playa. En cuanto al tipo de alojamiento, elegí
la media pensión, que incluye el desayuno y la cena. Así te levantas, desayunas
sin tener que dar vueltas buscando un bar, y te vas a recorrer la isla. La comida
la puedes hacer en el lugar que vayas a visitar ese día. Y la cena es genial
hacerla en el hotel, ya que estás cansada de dar vueltas todo el día viendo
cosas, y después de relajarte con una buena ducha o baño, lo último que te
apetece es ponerte a andar otra vez a buscar bares cercanos. Si vais con hijos,
como en mi caso, hay que llamar al hotel y pedir que, a ser posible, pongas las
habitaciones contiguas, o también está la opción de que las habitaciones sean
comunicadas, aunque ésta última opción suele tener un plus en el precio.
Una vez solucionado el vuelo, el
hotel y el tipo de pensión que elegiremos vamos ya a hacer un planning de las
excursiones o sitios que visitar.
Hay que investigar por internet
sobre la ciudad he hemos elegido. En los buscadores podemos poner
“imprescindibles de…” y el nombre de la ciudad (en este caso es Tenerife). De
ahí, elegir los que más nos llame la atención. Como en este caso son 7 noches,
puse en el buscador “Tenerife en 6 días” (el primer día no cuenta porque aterrizamos
de noche, y el último día tampoco porque es cuando sales), ahí puedes leer
opiniones de otros viajeros de los lugares que visitaron, y hacer una
eliminación de los lugares que en realidad, para tu gusto, merecen la pena o no.
Cuando ya tengas claro los sitios
o excursiones que te gustaría hacer tienes que entrar uno a uno en su página
web o informarte de alguna manera, si tienen horarios de visitas o si cierran
algún día, y programarlo para el día adecuado.
A la hora de hacer el planning,
con la aplicación de Google Maps, hay que mirar a cuánta distancia está del
hotel y en qué dirección está, para poder juntar varios lugares para visitar en
el mismo día. También suelen poner cuánto tiempo dura la visita (en el caso de
museos, por ejemplo, o alguna otra excursión). Si no, puedes hacerte una idea
del tiempo que te gustaría pasar en ese lugar.
A ser posible, es mejor comprar
las entradas o tickets por internet y con antelación, porque, al fin y al cabo,
lo que buscamos de unas vacaciones es relajarse y no tener que preocuparse de
nada.
¿Cómo movernos por Tenerife?
Podríamos hacerlo en bus, en taxi… pero en mi opinión lo mejor es alquilar un
coche (que por su puesto habremos hecho con antelación online) que puedas
recogerlo en el mismo aeropuerto. Siempre he pensado que alquilar un coche era
carísimo, pero me quedé sorprendida, no es tan caro como pensaba. También
depende, claro está, del tipo de coche que quieras alquilar. En principio
alquilamos el más pequeñito y baratito, pero al ocurrir lo del accidente y mi
lesión, tuve que cambiarlo por uno con un maletero lo suficientemente grande
para que cupiera mi silla de ruedas plegada y las maletas.
A la hora de elaborar el planning
de las excursiones lo organicé para que fuera un día “duro” y un día “más de
relax”, alternativamente, porque no queremos volver de las vacaciones más
agotados de lo que nos fuimos ¿verdad?
Y así quedó mi planning (lo hice
antes de lesionarme)
1º día: El avión aterriza de
noche en el aeropuerto de Tenerife Sur. Vamos a la oficina de alquiler de
coches para recoger el nuestro y nos dirigimos al norte de la isla, a Puerto de
la Cruz, que es donde está el hotel.
2º día: Excursión al Loro Parque.
3º día: Excursión en barco para
el avistamiento de cetáceos.
4ª día: Visita al parque nacional
del Teide, excursión a La Orotava, visita al Pino Gordo y Pino de las dos
pernadas.
5º día: Baño en las piscinas naturales de El Caletón, visita
a Garachico, y Punta de Tena.
6º día: Visita a la Cueva del
viento, y al parque del Drago milenario.
7º: día: Ruta de senderismo del
Sendero del Bosque Encantado.
8º: día: Vuelta a casa.
Claro está, lo anterior cambiaría
porque tenía que desplazarme en silla de ruedas.
Lo primero que hice, después de
comprobar que no me devolvían el dinero del viaje si lo anulaba, ni que tampoco
me dejaban cambiar las fechas, fue llamar al aeropuerto para ver si habría
algún problema si viajaba en silla de ruedas. Por teléfono me aseguraron que no
hay problema, incluso, me dijeron que los aeropuertos cuentan con un servicio
especial que, previa reserva gratuita, te asisten durante el viaje (te ayudan
con el equipaje, con las maletas, te acompañan al avión…), en mi caso no lo vi
necesario porque viajaba con mi familia y ellos me podían ayudar con esas tareas,
pero era bueno saberlo.
Después estuve mirando en las
excursiones que ya había contratado, si podrían ser accesibles para alguien con
una silla de ruedas, o con unas muletas.
La primera excursión era la del
Loroparque. Entré en su web y vi que sí que era accesible para personas con
minusvalía, y que además cuenta con servicio de alquiler de silla de ruedas,
carritos de bebés, y de sillas motorizadas. Cuando leí lo de las sillas
motorizadas no me lo pensé, no quería cargar a mi familia con la responsabilidad
de empujarme durante todo el día la silla de ruedas con todo el calor. Hay que
reservarla por teléfono como mínimo 3 días antes.
Otra cosa que vi que no podría
hacer era el visitar la Cueva del Viento. No es accesible para personas con
movilidad reducida, ni siquiera si vas con muletas, hay mucha humedad, suelo
resbaladizo y con barro. Así que llamé por teléfono para anular la entrada y
pedir el reembolso sólo de mi ticket. Como les expliqué mi caso, no pusieron
pegas, me hicieron rellenar un papel y firmarlo y me reembolsaron el dinero.
Y por supuesto, tenía que
olvidarle de la ruta de senderismo que tenía programada para el último día.
Pero ahí la dejo, como recomendación para quienes quieran un planning bien
hecho para visitar Tenerife en 6 días.
Y así quedó el planining que
hicimos al final:
1º
día: El avión salió con una hora de retraso. Llegué con mi silla de ruedas, estaba
un poco nerviosa porque no sabía si podría o no podría subir a mi avión, ya que
yo había reservado un billete de avión normal, sin discapacidad ninguna, y no
sabía si con la silla iba a haber algún problema, si la iba a poder subir, o
no, si me la harían facturar… un desconocimiento total, así que espero que éste
post espero les sirva para personas en mi misma situación. Al final fue
estupendo. Llegamos a la ventanilla de Ryanair, y sin decir nada, al verme, me
ofrecieron ayuda asistencial. Consiste en que hay un asistente que nos acercaba
a todos los sitios de entregar papeles, me empujaba la silla hasta la zona de
facturación, sin hacer la cola entramos directos, y, no tuvimos que
preocuparnos de nada. Pude subir al avión con mis muletas y la silla la dejaron
en bodega.
Cuando llegamos al aeropuerto de
Tenerife, nos estaba esperando otro asistente, esta vez sin tener que usar las
muletas, había un elevador hasta la misma puerta del avión, y ahí ya me estaba
esperando mi silla. El asistente nos condujo hasta la cinta de recoger las
maletas, y porque le dijimos que ya con eso nos podíamos apañar y le dejamos
que se fuera. Así que si tienes problemas de movilidad, en los aeropuertos no
vas a tener ningún problema. En el mismo aeropuerto fuimos al mostrador de Autoreisen,
donde habíamos reservado el alquiler del coche, la atención fue buena, rápida,
encontrar el coche fue muy fácil. El coche estaba muy bien, limpísimo, nosotros
alquilamos uno sin gps porque salía mejor de precio (y además teniendo gps en
el móvil no lo vimos necesario), era un Citroen C Elisee, porque de los más económicos era el que tenía el
maletero más grande, ya que necesitábamos que cupiera la silla de ruedas y las
maletas. Nos decimimos por esta compañía de alquiler porque estaba en el
aeropuerto, de todas las más económicas era la que más tarde cerraba el
mostrador, ya que nuestro avión aterrizaba de madrugada. Y la verdad es que
quedamos encantados con el servicio.
Al hotel llegamos muy de
madrugada. Era el hotel Parque San Antonio, en Puerto de la Cruz. El acceso
para entrar al hotel está bien para silla de ruedas porque tiene una rampa,
pero no se puede entrar a recepción porque son escaleras y no hay rampa. Con
muletas sí, pero con silla no. En cuanto a los ascensores, sí tiene ascensores pero
no cabe la silla de ruedas con la persona sentada, o sea que si te puedes
levantar de la silla, la puedes plegar y meterte, si vas con muletas también,
pero si se trata de una persona que no se puede poner en pie no podrás subir en
ese ascensor. Ese era uno de los fallos que le vi. Me imagino que para personas
con ese tipo de discapacidad le asignarían habitaciones en la planta baja, pero
claro, tienen menos intimidad y más ruido.
Para acceder al comedor hay una
entrada con rampa, para la piscina es un
poco incómodo porque el suelo es de baldosines, y no tiene silla para que los
discapacitados puedan introducirse en el agua. Así que con muletas sí, pero con
silla de ruedas no.
El hotel, para ser de 4
estrellas, no tiene moqueta en las habitaciones, pero sí en los pasillos, en
cuanto a los productos de aseo sólo tiene un dispensador de jabón para manos y
otro de champú en la ducha. Nada más. El secador es super antiguo, no seca
nada, pero deben de estar sustituyéndolos conforme se averían porque en la habitación
de mis hijas había uno más nuevo y secaba más. Sólo tiene dos enchufes para
poder usar en toda la habitación. Las habitaciones son muy grandes, eso sí, yo
me podía mover cómodamente, la tele es de pantalla plana, grande, y tiene usb
por si te quieres llevar tus pelis en un pen. La habitación muy limpia y está
muy bien, aunque le haría falta un repasito de pintura a las puertas de los
baños y las terrazas. La terraza en muy grande y con unas vistas increíbles al
mar y al Teide. Ponía que tenía Wiffi, pero nada, imposible de conectarse.
Además tiene unos jardines increíble, es lo mejor, tienen una vegetación muy
bien cuidada, puedes hacerte unas fotos muy bonitas, pasear por sus jardines es
un placer, fue lo que más me gustó. Es muy tranquilo y relajante. Por las
noches hay música en directo en la piscina. Por eso yo te recomendaría que
reservaras una habitación alejada de la piscina, aunque la música no acaba muy
tarde, sobre las 11 más o menos.
El hotel ofrece comida tipo
buffete, nosotros elegimos la media pensión con cena. El desayuno es buenísimo,
muy completo y con mucha variedad. Las cenas depende del día, no están mal.
2º
día:
Nos levantamos temprano y fuimos al Loroparque. Tiene parking y vale 4 euros
todo el día. En el parque alquilamos una silla motorizada que ya había
reservado días antes, hay muy bien acceso para minusválidos. Lo puedes ver todo
cómodamente con la silla, en los
espectáculos tienes sitio prioritario para verlos. Son una pasada. El que más
me gustó fue el de las focas, las orcas y los delfines, el de las aves no me
terminó de gustar, pero no por eso hay que perdérselo. También me gustó
muchísimo la zona de acuarios de medusas, es super relajante. En los
espectáculos suele hacerse cola, así que recomiendo ir antes para ir haciendo
cola, pero merece la pena.
La vegetación del parque es
espectacular, muy lograda. Todo muy limpio y muy bien cuidado. El Loroparque
estaba mucho mejor de lo que me esperaba, tiene muchas clases de animales. Me
gustó muchísimo. Así que si vas a Tenerife póntelo como imprescindible para
ver.
3º
día: Teníamos reservado para este día una excursión en barco para
el avistamiento de delfines. La contratamos en Marítima Acantilados y elegimos
la opción del barco de Gadiator Uno. Salía desde el puerto de los Cristianos,
justo al lado de los acantilados de los gigantes. El personal de la embarcación
era muy amable y simpático, nos hizo el viaje muy ameno. Con muletas sí se
puede acceder a esa embarcación, con silla de ruedas no. Una vez en la embarcación
te llevan mar a dentro. Mientras puedes ver una vista preciosa de los
acantilados de los Gigantes. Pensaba que sería muy difícil ver los delfines y
que de verlos los veríamos de lejos porque se asustarían de los barcos, pero
todo lo contrario. Los vimos enseguida y los delfines se acercan a los barcos
llenos de curiosidad, nadaban junto a él como jugando. Es una experiencia
única, vimos varios grupos y es impresionante verlos en libertad. Después de
haber disfrutado de ellos nos sirvieron un refresco y un paquete de cacahuetes
y nos acercaron a la bahía de la Masca. Allí nos dejaron un rato para nadar y
ver los peces, nos facilitaron gafas de buceo y snorkel, aunque había gafas
para todos no pasó lo mismo con los tubos de snorkel. Después de disfrutar de
un ratito de baño volvimos al barco y nos llevaron de nuevo al puerto. En el
puerto hay muchos restaurantes donde poder comer, pero es bastante caro.
4º
día: Ese día tocaba excursión al Teide. El paisaje hasta la subida
a la base del teleférico es preciosa, como si se tratara de otro planeta. Hay
mucho bosque y de repente, conforme te vas acercando, cambia totalmente, y es
árido, lleno de rocas volcánicas, como si fuera un paisaje de Marte. Hay muchos
miradores para parar el coche y hacer bonitas fotos. En el teleférico sí que se
puede ir en muletas, pero en silla de ruedas yo no vi ningún acceso para subir
las pocas escaleras que hay para poder entrar en el teleférico. Dentro hay dos
asientos y no vi ningún cartel que dijera que se dejara prioridad para personas
mayores, embarazadas, o con problemas de movilidad. Y deberían de ponerlo
porque hay muy poco civismo entre los usuarios. Tanto en la subida como en la bajada la gente se sienta aunque te
vean con muletas, y el empleado del teleférico no me facilitó para nada la
entrada, ni me acomodó, ni movió un dedo al ver que no podía ni sujetarme, me
disgustó muchísimo que tuviera que ser yo quien pidiera, a los que lo ocupaban,
que por favor me dejaran sentarme. Estuvo bastante feo. Una vez arriba, con
muletas sí que puedes estar en la explanada del teleférico y ver el paisaje,
pero si vas con muletas no puedes hacer el camino de subida el cráter (para el
que hay que pedir un permiso previo). Yo tuve que quedarme en la explanada y mi
familia sí que subió. Costaba subir y había que
trepar un poco según qué zona, así que si tu movilidad no es muy buena mejor
quedarte en la explanada. Allí hay wiffi gratis. Después de ver el Teide nos
acercamos a ver los Los Roques de García (los que aparecían en los antiguos billetes
de 1000 pesetas). Para verlo y hacer fotos se puede acceder con silla de ruedas
y con muletas, pero para verlos más de cerca y pasearte entre las rocas, no se
puede. Es muy bonito para hacer fotos.
Después de ver el Teide y su
parque natural, nos dirigimos al municipio de
Vilaflor, a ver El Pino Gordo. Es un pino altísimo y su diámetro es
tremendo, de ahí su nombre. No se puede acceder ni con muletas ni con silla de
ruedas. No es que sea una cosa que diga que no te lo puedes perder pero es
curioso de ver y no pilla muy lejos del parque del Teide.
5º
día: Fuimos a ver el faro de Punta Teno. El acceso por los
acantilados de roca volcánica es precioso, el viaje sólo ya merece la pena por
las vistas, cada rincón es maravilloso. Se puede ir con silla de ruedas y con
muletas, pero sólo hasta la base del faro, para poder acceder al mirador que
hay a la izquierda con muletas sí, pero con silla de ruedas no. Se pueden hacer
unas fotos realmente preciosas. Después fuimos hacia las piscinas naturales El Caletón en Garachico. Era imposible aparcar cerca para que pudiera ir con las muletas, así
que tuvimos que volvernos a casa. No puedo opinar sobre ese sitio porque no
pude ir aunque me hubiera gustado.
6º
día: Ese día fuimos a ver el Drago Milenario. Había tanto coche que
nos fue imposible de aparcar cerca. Metimos el coche en un parking pero estaba
demasiado lejos del Drago como para ir con muletas. Así que fuimos a ver otro
que tiene unos 500 años, y desde allí se veía a lo lejos el Drago Milenario. Me
hubiera gustado callejear por esas calles ya que son muy bonitas, los edificios
tenían balcones de madera tallados, pero claro, con muletas… como que no. Y
pusimos rumbo a la Cueva del Viento en Icod de los Vinos. Desde luego allí no se puede acceder ni
con muletas ni con silla de ruedas, pero como ya compramos las entradas por
internet, mi familia aprovechó para verlo mientras yo esperaba en el coche. Les
gustó mucho porque dieron una explicación muy buena y las niñas aprendieron
mucho sobre los volcanes, la lava, los tubos volcánicos…
7º
día: Ese día queríamos relajarnos y fuimos a visitar las piscinas
Lago Martiánez. En el precio, 5,50 euros, además de la entrada entra también la
hamaca, si a parte, quieres una sombrilla, vale 2,50 euros. Es una pasada, es
enorme, tiene unas 7 piscinas, todas de agua salada que se vacía y se llena de
nuevo cada día. Está pegadito al mar y puedes relajarte tumbada en la hamaca
mientras oyes las olas. Está muy limpio y bien ambientado. El agua, para
nuestro gusto, está muy fría. Muy preparado para personas con sillas de ruedas,
hay rampas para poder acceder al agua, sillas especiales para meterte dentro…
Así que las personas con movilidad reducida lo pueden disfrutar plenamente.
Dentro también hay algunos bares para poder comer, y puestecitos para picar
algo. Un punto negativo es que se esperan a que abran para llenar las piscinas,
y cuando entramos aún había dos o tres piscinas por llenar, una de ellas aún no
se había terminado de llenar a medio día.
8º
día: Ya llegó el día de la vuelta a casa, tocaba preparar las
maletas. De vuelta al aeropuerto hicimos una parada para visitar el Hard Rock Café. Está a tan solo 15 minutos del aeropuerto de Tenerife Sur. Es muy grande
y bien ambientado, para aparcar hay un parking muy cerca. Una vez en el
aeropuerto, devolvimos el coche de alquiler y cogimos el vuelo de vuelta a
casa.
Y aquí termina mi experiencia de
mi viaje a Tenerife. Espero que os haya gustado y os haya dado ideas de cómo
organizarlo si alguna vez tenéis pensado ir.
Os dejo algunas fotos que hice:
Vistas desde la habitación del hotel.
|
Espectáculo de orcas en el Loroparque |
Acantilados de Los Gigantes |
Avistamiento de delfines desde el barco |
El Teide |
Punta Teno |
Drago de 500 años |
Disfrutando en Lago Martiánez |
¡Nos vemos en el siguiente post!
Que bonito es Tenerife que recuerdos de cuando estuve alli!!besos
ResponderEliminarTienes razón, es una tierra maravillosa!
EliminarDeslumbrantes fotos, muy buen post me ha encantado tu contenido, particularmente he viajado por muchas partes y destinos del mundo, para ser sincera no me he apuntando a este destino (Tenerife) perece ser un lugar espectacular!!! Amo las playas e islas, quisiera compartir con ustedes la maravillosa experiencia sobre mis viajes a Tailandia con destino a islas Maldivas no se si exista lugar mas maravilloso que este, pensé en la opinión de hacer este intercambio de ideas para lo que hayan visitado Tenerife y no hayan estado en Tailandia lo recomiendo mientras, yo estoy convecina de apuntarme gracias a este post un viaje a Tenerife en los próximos meses... Gracias por compartir!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti por comentar!
EliminarKekuko!! que lindas fotos... de seguro fue una experiencia maravillosa, en espera de alguna oferta de vuelo a esos destinos para conocer y dios permita ver un espectáculo de ortas como tu!! jajaja
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar el post. Espero que disfrutes tanto como yo del viaje y que te haya ayudado mis recomendaciones. Un saludo.
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